El folklore de festivales vive un tiempo de juntadas antológicas. Artistas con largas trayectorias se unen a otros que recién comienzan para formar equipos de trabajo en donde comparten repertorio y escenario, y donde la fuerza multiplica las voces. La mayoría – casi todos- son varones, y es extraño que entre tanta voz masculina asome una juntada de mujeres en los festivales. Se habla de cupo femenino, pero poco se practica.
Herederas viene a acomodar este enjambre y se planta como “El grupo musical que revive el legado folklórico argentino”, según la presentación que la productora eligió. Pero la frase no es en vano. Cada una de las integrantes de Herederas viene con una impronta y un bagaje musical importante, con carreras que saben de grandes escenarios, de años de estudiar repertorios y cantar para todos los públicos, música popular.
Cuatro individualidades fuertes, que conforman una novedosa experiencia colectiva que se presenta por primera vez en los grandes festivales de verano, en Córdoba, y que este año, luego de la temporada estival, apostará a dejarla imagen plasmada en un registro, quiza audiovisual o en formato de disco
Roxana Carabajal, Silvia Lallana, Cecilia Mezzadra y Eli Fernández, que unieron sus voces en un proyecto ideado por el productor Juan Pablo Santopolo (ejecutiva) y el músico Marco Cordero (artística) subirán este miércoles 15 de enero al escenario Martín Fierro del Festival de Doma y Folklore de Jesús María y el 26 se presentarán en Cosquín, escenarios que tendrán un plus especial por ser los más grandes desde que la formación comenzó a andar caminos, en Córdoba durante el 2024.
Las cantoras no estarán solas sobre las tablas. Completan la formación formación con una banda compuesta en su mayoría por mujeres que son grandes músicas, Cintia del Río (guitarra nylon), Laura Repezza (batería) y Soledad Repezza (bajo), Cecilia Fandiño (teclados, acordeón y coros) como así también integrada por otros dos talentosos músicos, Ismael Velázquez (guitarra eléctrica y nylon) y Maximiliano Ledesma (violín).
Antes del debut en Jesús María, Cecilia, Silvia y Eli respondieron las preguntas del Boletín Folklore y esto es lo que nos contaron sobre ellas y Este momento de Herederas.

¿Qué conocían una de la otra antes de formar Herederas?
Silvia -A todas las conocía por estar en este medio y las admiro profundamente, con Ceci compartimos alguna de sus presentaciones en donde me invitó a cantar y con Roxana tuve la oportunidad de entrevistarla para mi programa “Lo que se nos canta”. Me atrevo a generalizar la respuesta y decirte que todas admiramos la fuerza y la autenticidad con la que cada una encara su carrera. Pero más allá de lo que sabíamos públicamente, al reunirnos descubrimos mucho más: los desafíos personales detrás de cada logro, las luchas internas, las pasiones y los sueños que sostienen a cada una. Nos dimos cuenta de que, más allá de lo que se ve en un escenario, compartimos una humanidad y una sensibilidad que nos une profundamente.
Ceci –Con Eli Fernández además de compartir amistad estuvimos trabajando en un proyecto de autoras y compositoras en el 2019 junto a María Fernanda Juárez -Mujeres Cantan Mujeres- nos presentamos en algunos lugares de Córdoba y alrededores por supuesto siempre admirando esa capacidad de Eli de mirar siempre hacia adelante, y su capacidad de compositora también. Con Silvia habíamos compartido guitarreadas, pero concretamente en el 2023 la invité a un concierto que hice en homenaje a Pablo Milanés y allí tuvimos otro acercamiento, y en mismo año hicimos el homenaje a Hamlet Lima Quintana donde también pude compartir con ella. Respecto a Roxana, ese es mi primer acercamiento, aunque sabía de ella como cantora y compositora de la música de su tierra, y también proponiendo y apostando a las composiciones nuevas para nuestra música
Eli –Conocía a las tres cantoras, a Roxana desde que soy chica, ella iba a cantar a mis pagos pampeanos, y es una alegría que la vida y la música me encuentren con ella: respecto a Silvia, la admiro mucho y tuve la suerte de conocer en este proyecto y compartir con ella. Con Ceci nos conocimos en el espectáculo que hicimos en el 2019, y desde ahí somos amigas. Pero, además de compartir este proyecto hay una conexión de compartir experiencias de vida, porque también nos juntamos a cambiarnos, a maquillarnos, intercambiamos ideas, sueños, expectativas eso es importante poder encontrarnos desde otro lugar además del escenario: la parte humana
Si tuvieran que elegir un punto en el que se encuentran las cuatro, ya sea musicalmente, o en otros sentidos, ¿cuál sería?
Silvia –Nuestro punto de encuentro más poderoso es la raíz. Todos venimos de una música que habla de la tierra, del pueblo, de las emociones que nos atraviesan como sociedad. Pero también nos une la mirada hacia el futuro, hacia lo que queremos dejar como legado. Musicalmente, encontramos ese equilibrio entre lo tradicional y lo personal, entre honrar a quienes nos precedieron y ser fieles a quienes somos. Fuera de lo musical, creo que compartimos una mirada común sobre el lugar de la mujer en el arte, sobre la necesidad de visibilizar y fortalecer nuestro espacio en un mundo que todavía necesita aprender a escucharnos.
Ceci: El punto de encuentro es esta herencia que cada una ha ido incursionando en otras músicas, en mi caso hacia la música latinoamericana, Silvia hacia el tango y Eli y Roxana hacia las composiciones propias, en los comienzo todas hemos hecho música tradicional del cancionero popular, y tenemos ese modo natural de abordar la música y de tomar una zamba que cantamos desde muy chicas, es por haber mamado el folklore desde muy pequeñas
Mujeres en los Festivales es un tema candente siempre que las grillas se anuncian, porque se presta atención al cupo femenino establecido en un 30 por ciento, que no todos respetan. Como mujeres cantoras, ¿cómo ven el panorama actual del genero?
Silvia –El cupo femenino es un avance, pero no la solución definitiva. Es un primer paso, necesario para romper con siglos de invisibilización, pero aún queda mucho por hacer para que esa presencia femenina sea natural, legítima y, sobre todo, valorada. En muchos casos, las mujeres tenemos que demostrar el doble para ocupar un espacio que debería ser nuestro por derecho. Además, el cupo no siempre refleja la diversidad dentro de las mujeres en la música: faltan voces indígenas, afrodescendientes, rurales, jóvenes, mayores. El cambio más profundo será cuando ya no necesitemos hablar de «cupo», porque los espacios serán realmente igualitarios, basados en el mérito y la riqueza de las propuestas artísticas.
Eli-Falta todavía. La ley de cupo es algo muy importante que sucedió por las mujeres de la música y por la figura de la mujer en la sociedad. Una mujer puede hacer música y tener su lugar. En los escenarios más importantes, en los espacios diferentes en donde vaya resonando la música, es una lucha que sigue, hay muchos festivales que todavía siguen haciendo oídos sordos a la figura de la mujer, se cree que no hay propuestas y las hay talento para poder estar en los espacios. A mí me gusta pensar mucho en estas redes que se van armando entre mujeres que de alguna manera impulsan a que los festivales puedan llenarse de propuestas femeninas y sea tenida en cuenta. Se agradece la ley de cupo pero creo que todavía hay mucho más para hacer. Brindo por las cantoras, yo tengo una canción que se llama “Para las cantoras”, y habla de esa cantora que con su lucha siempre se va a hacer eterna, así que yo llevo la bandera de por más mujeres en la música y en los escenarios.
Ceci –Creo que estamos viviendo épocas de cambio en los últimos tiempos, las mujeres vienen ocupando más lugares, en distintos sectores de la sociedad, además del arte, la música, cada vez se va consolidando más, y creo que cuando deje de ser la novedad el que seamos una banda de mujeres sobre el escenario, creo que ahí la cosa va a empezar a cambiar un poco
Próximas presentaciones
- 15 de enero – Festival de Doma y Folklore de Jesús María
- 26 de enero – Festival Nacional de Folklore de Cosquín