Cosquín 2025. El milagro de los artistas populares

Culminó el 65° Festival Mayor de Folklore, con una consagración cantada, que representó la caracteristica de una edicion que se nutrió de cantores populares y profunda conexión con el público

Por Pao De Senzi

Cuando se presentó la edición platino del Festival Nacional de Folklore allá por el mes de octubre del año pasado, no se pensó en lo que dejaría en cuestión de públicos a lo largo de las nueve lunas. Si bien lo que se esperaba del festival tenía gusto a muchos faltantes -entre otras cosas regiones musicales-, no se pensó en la dimensión que tomarían ciertas propuestas, que al cabo definieron una edición que, como se dice, en parte dio vuelta la taba.

Christian Herrera, consagración 2025. Foto: Paul Amiune

Considerando la respuesta del público, lo que quedó en claro es que lo que viene del norte y Santiago del Estero, en este momento es lo más convocante y hasta genera un furor pocas veces visto. La dimensión que ha tomado la música del chaco salteño (en un festival que tuvo a –casi- todos sus representantes marcó la diferencia en este festival. Hasta los más selectivos se sumaron a disfrutar las propuestas que trajeron artistas como Christian Herrera, Lucio Rojas, Lázaro Caballero, Dalmiro Cuéllar y hasta el Chaqueño Palavecino, precursor de este sonido criollo de violines y voces agudas. Y finalmente, en la figura del salteño de Morillos, se plasmó la consagración, que no fue solo a este artista sino a un estilo musical que conlleva una serie de características y que arrasó en los últimos tiempos. Consultado el Indio Lucio Rojas antes de su actuación sobre este nuevo fenómeno dijo que «las canciones han impulsado este tiempo nuestro, porque hablan de lo que somos».

Por otro lado, la suma de números de géneros distintos como la cumbia de La Delio Valdez, el rock de La Bersuit y el cuarteto de Los Caligaris,  dejo también un punto a favor al festival, aún bancando los detractores que pretenden que Cosquín siga teniendo el mismo sonido y repertorio  de los años 60.

Los homenajes y los aniversarios dejaron algunos momentos altísimos en el festival: Peteco y sus 50 años con la música y el Dúo Coplanacu celebrando 4 décadas, pusieron sobre el escenario un abanico de músicos y cantores de patios santiagueños. Algo similar pasó con El Chaqueño Palavecino, que para el aniversario 40 de carrera, invitó a una selección de músicos salteños. Otros, como Los Manseros, La Callejera, Los Tekis y Los Carabajal, también festejaron sobre el escenario aniversarios.

Hubo momentos para destacar y recordar, claro. Cosquín siempre deja estela, y los ganadores del Pre Cosquín, brillaron en esta edición como nunca: la selección, tuvo espacio para mostrar lo suyo y la respuesta de la gente fue agradecer y celebrar. Finalmente, hubo que elegir entre todos, a los destacados: Yamila Aguado en danza (ganadora del malambo femenino) y Emanuel Ayala en música.   El recuerdo de ediciones en donde se les daba unos pocos minutos sobre el escenario, y los públicos eran irrespetuosos quedo muy atrás en el tiempo.

Algunas presentaciones, tuvieron esa magia que necesita el festival: Suna Rocha  y su homenaje a Jacinto Piedra, con uno de los hijos del poeta santiagueño, Soledad y su siempre respetado repertorio bien folklórico un poco menos poncho al viento y mucho más madurez, con algunas palabras respecto de la actualidad que se replicaron en todos lados horas después; Luna Cautiva, el tándem que ideó para esta edición Lito Vitale, aunque desprolijo, con voces inolvidables como las de Baglietto y Julia Zenko, Angela Leiva y  Rodrigo Tapari ; La Bruja Salguero y Gloria de la Vega, con la riojanía en la sangre y en la voz, Los Nocheros y el recuerdo de su disco Signos, el más exitoso de su carrera; Jorge Rojas, arriesgando y ganando con la invitación al Oficial Gordillo.

Ballet de la Escuela Municipal de Folklore. Foto: Paul Amiune

El regreso de Demi Carabajal y Bruno Arias a Cosquín. La presencia de Orlando Veracruz, con 82 años, tocando la guitarra y cantando de pie y el canto surero con gusto a poco pero presente al cabo con Adrián Maggi y Lucia Ceresani. Los representantes del tango: Franco Luciani con José Colangelo, Ariel Ardit y el Esteban Morgado cuarteto con Guillermo Galvé, anunciando que el 2×4 llegó para quedarse.

Yamila Cafrune, siempre con sorpresas, invitó a cantar a La Ferni, artista diversa en la séptima luna, una voz impactante que bien podría tener su espacio en el escenario. Juntas estrenaron un triunfo de Diego Gallo “Patria que lucha y sueña” acorde a este tiempo y a la frase de Yamila: “Hoy más que nunca tenemos que estar juntos para salir adelante”

Y por el gusto de juntarse, también se generaron momentos únicos que –sobretodo- la platea celebró: Facundo Toro con Eugenia Quevedo, y ésta con Los Nocheros, los salteños con Los Carabajal y Jorge Rojas con el Chaqueño. Los cantores del monte –Lucio Rojas, Christian Herrera y Lázaro Caballero) sumaron voces que también fueron números solistas, y Raly Barrionuevo fue invitado varias veces por sus colegas: Coplanacu, Peteco y Duratierra.

Los Nocheros y Eugenia Quevedo. Foto: Paul Amiune

Asimismo, la última luna también tuvo sus juntadas: El consagrado José Luis Aguirre llevó al escenario a Mery Murúa (que se destacó en la primera luna), Pao Bernal, Camila Pino y Martín Mamonde para cantar Los Pájaros de Matalía, con recitado del periodista Chacho Marzetti. Emliano Zerbini, también cumpliendo años de carrera (25) se presentó acompañado de Doña Jovita, Ramiro Gonzalez, y  Silvia Zerbini.

Los poetas tuvieron su espacio, cada noche en la apertura, luego de la arenga del maestro de ceremonias Claudio Juárez, y el Ballet de la Escuela Municipal de Folklore. Ese espacio que faltó para el homenaje a Horacio Guarany al cumplirse un siglo de su nacimiento, aunque el cantor de Lujan fue nombrado y cantado por sus colegas varias veces. La corrección de los conductores sumó también información, calidez y elegancia de la mano de Maia Sasovsky quien junto con Pablo Bauhoffer y Juárez aguantaron estoicos nueve lunas largueras hasta entrada la madrugada, dos cacharpayas e incluso chaparrones que por momentos fueron intensos, aunque no terminaron de interrumpir las primeras lunas.

Claudio Juárez y Maia Sasovsky. Foto: Paul Amiune

Un cierre chayero, que acompañó la idea popular con la que el festival desarrolló esta edición, estuvo a cargo de Sergio Galleguillo. Harina y espuma dejaron un gusto a continuidad, a celebración que seguirá seguramente en las próximas semanas en La Rioja con la chaya y en Jujuy, con el carnaval de la quebrada

Y ese cierre, coincide también con una de las tantas frases que dejó Soledad en medio de actuación, y que define no solamente a esta edición, sino a un festival que, a pesar de todo, sigue andando: “Este amor que se renueva por los artistas populares es realmente milagroso”

Todos los premiados:

Camin 2025. Peteco Carabajal

Consagración 2025: Christian Herrera

Revelación 2025: Yamilia Aguado en danza, Emanuel Ayala en música

Destacado de Espectáculos Callejeros: La Cruzada

Primera Mención de Espectáculos Callejeros: Gabriel Acosta

Segunda Mención de Espectáculos Callejeros: Silvana Casavalle

Premio «Juan Carlos Fiorillo» / SADAIC-ANCROF: Christian Herrera

Premio Adquisición – Feria de Artesanías Augusto Raúl Cortazar: Gustavo Muñoz (Gualeguay, Entre Ríos) por “rebenque de argolla” | Nieves Farías (Capilla del Monte, Córdoba) por “botas de montar”

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Yamila Cafrune en Cosquin, con La Ferni Video: TV Pública

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